SOFÍA LÓPEZ

Es una joven psicóloga y psicoterapeuta que tiene como misión de vida mostrarle a todo aquel que se lo permita que podemos manifestar la realidad que deseamos en nuestra vida. Esta misión la entendió de pequeña, luego de nacer en un hogar disfuncional viajando entre Italia y Venezuela, sin nacionalidad ni apellido, y entendiendo muy poco de lo enredado que estaba todo a mi alrededor.

Cuándo tenía 5 años su familia se estableció en Venezuela. su infancia fue escasa, un poco turbia, pero -en su inocencia- ligera. Fue adaptándose al país, a las niñeras, al padre yendo y viniendo, a la mamá agotada, al hermano agresivo… pero a medida que fue creciendo todo adquirió un tono más gris, empezó la guerra legal entre sus padres y dejó a su hermano y a ella en medio de peleas y declaraciones que no les correspondían. En ese momento, empezaron a ver muchos psicólogos, nos hacían dibujar, pero ninguno nos ayudaba realmente.

Finalmente una psicóloga se compadeció de ella y le escribió su número en una tarjeta, pidiéndole que la llamara si algún día le pasaba algo, pero una llamada no iba a arreglar cómo se estaba sintiendo, sabía que la solución era empezar a trabajar en su propia felicidad aunque con 13 años no tuviera ni idea de cómo hacerlo. Desde ese día se prometió que cuando fuera grande ayudaría a otras personas a ser felices sin importar las circunstancias que les haya tocado vivir. Muchas veces se sintió condenada a la derrota, se sentía impotente, pensó en el suicidio algunas veces, su adolescencia fue de peleas, negligencias, confrontaciones y partidas. Sintió que ya no podía más.

Con todo esto, no es de sorprenderse que también tuviera dificultades para establecer relaciones de pareja estables, no sabía relacionarse desde el amor porque nunca se había sentido amada. Se refugió en la espiritualidad, el yoga, enseñanzas. Leía libros de autoayuda, salía con amigos, como esperando que todo pasara y salir viva en el intento. Descubrió la psicomagia, leyó cada libro de Jodorowsky, y eso le ayudó a enfrentarse a sus padres, a establecer mis límites y a declarar su indepencia emocional.

Al poco tiempo, comenzó a estudiar psicología y fue entendiendo más y más, en el 4to semestre -por azares del destino- llegó a su casa de sanación y su segunda casa de estudios: la Escuela de Psicoterapia Integrativa Procesos Humanos. Allí sanó y aprendió a ayudar a otros a sanar, allí se transformó de oruga a mariposa y aprendió a desarrollar el potencial de mariposa que está en todos nosotros. A partir de allí continuó formándose a través de diversos diplomados en terapia familiar y de parejas, PNL, artererapia, musicoterapia y otros más, así como también cursé la Maestría en psicología clínica y de la salud.

A medida que fue avanzando en su camino como terapeuta se dio cuenta que quería especializarse en trabajar con personas con baja autoestima y por ello se especializó en temas de amor propio, teniendo el honor de guiar a cientos de personas a través de cursos, talleres, forochats, retos, masterclasses enfocadas en sanar y aumentar el amor propio y la autoestima.